miércoles, marzo 14, 2012

Aterrizaje en la luna

Como el libro de Tintín, esto es como llegar a un nuevo mundo lleno de sorpresas...

Aterrizo en Calcuta a las 7:40 de la mañana, un día limpio, soleado y con una temperatura agradable.

Único escollo para adentrarme en tierra indómita: aduana. Me preguntan si llevo algo de carne, y yo con chorizo, jamón y otras viandas en la mochila, juro por mis muertos que no. No son muy rigurosos por estos lares, así que me creen sin siquiera pasar la mochila por el escáner; ¡libre!.

Después de cambiar lo mínimo en el aeropuerto, para aprovechar después el cambio en los locales de Sudder St, que es mucho mejor, tomo un taxi, y comienza según me subo uno de los recorridos en coche mas alucinantes de mi vida. En un destartalado modelo de los años 60, arrancamos a toda velocidad. Mi chofer, según pisa el acelerador, aprieta al unísono la bocina, que ya no deja de sonar de forma intermitente pero continua, hasta la llegada al hotel. Pero no es el único; se han puesto todos de acuerdo, y el concierto es espectacular. El grado de aviso o cabreo según el caso, depende solo de lo larga que sea la pitada, no de la existencia de la misma.

Me entra la risa, cuando ya muy avanzado el recorrido, en una calle sorprendentemente sin tráfico ni gente alguna (¿donde se ha metido todo el mundo?), la intensidad de los bocinazos no decae ni un ápice. Es como si fuesen ballenas piloto, que van cantando y emitiendo mientras nadan... Pero no hay solo coches, todo esta literalmente atiborrado, de motos, camiones, tuc-tucs (moto-carros), rickshaws (carros tirados por bicis o directamente por personas), y viandantes de todo tipo. Nos cruzamos con uno que se va lavando los dientes entre medias del caos y los pitos, y ni se inmuta; otro cruza con una bandeja en alto con lo que parece ser te, y todos le esquivan mientras tranquilamente el indocumentado llega al otro extremo, memorable, que campeón, yo ni me atrevería en aquellas circunstancias...

Gente lavándose en semi-cueros, sin ninguna vergüenza, en la misma calzada, aprovechando alguna boca de riego, otros montando tenderetes en los lugares más insospechados en medio del frenesí matinal... Todo el recorrido es una continuo de casuchas, negocios, gente en todas las direcciones, vacas, rebaños de cabras, vehículos, ruido, colores, olores, que no te da tiempo a registrar. Enciendo la cámara de fotos y cuando voy a sacar algo, surge otra cosa y vas saltando de hito en hito sin darme tiempo a decidirme... pienso si no hubiese sido buena idea traerme la de video para recogerlo todo... No será la última vez que lo piense, pero iba a ser un estorbo, y así lo decidí en su momento.

Llego al hotel, después de casi haber atropellado a 3 bicis y dos personas. No se cual será la estadística de mortalidad, probablemente la escondan... Según me cuentan, el gobierno indio quiere dar imagen de país moderno y miente en las estadísticas. Por ejemplo, la lepra esta oficialmente erradicada, y sin embargo en un par de días iremos a una leprosería que según me dicen, esta atestada...

"Una habitacion con vistas"
En fin, el hotel, Ashree Guest House, deja bastante que desear, pero para caer rendido al final del día es suficiente. No da directamente a Sudder St. Si no a una paralela menos concurrida; mejor, así tendré menos ruido. La vista de mi habitación da a una calle secundaria, algo destartalada, como todas por otro lado, al fondo de la cual hay un edificio rojo que hace las veces de mezquita, una de tantas, y que más de una sorpresa me daría como más adelante contaré.

El precio de la habitación que me dijo María en España no es el que me cobran, y protesto por ello. El recepcionista, hombre de pocas luces, me dice que no hay otra habitación hasta la mañana siguiente, por lo que me tengo que quedar con esa. La mañana siguiente, al bajar a recepción, me encuentro delante de un alemán recién llegado, sin reserva alguna, al que le acababan de dar una habitación a un precio muy inferior al mío. Cuando pido mi cambio de habitación me indican que después de dársela al alemán ya no hay más... Así que monto un pollo espectacular, después del cual aparece una habitación por arte de magia, similar a la que ya tenía, bajándome el precio de 1.300 a 800 rupias la noche (de 19 a 11€), la única diferencia es que no tengo minibar, que por otro lado, en la primera habitación ni funcionaba... A otros que han venido después han tratado de darles gato por liebre, igual que a mi, y a varios les aviso a tiempo.

La ducha no es mas que un caño que sale de la pared del baño, pero suficiente para refrescarme y salir como nuevo después de un largo viaje, como compruebo al llegar. Ventilador en el techo, sin el cual moriría, tele que no he llegado a encender en toda mi estancia, suelos limpios, sin bichos. Perfecto.

Ya en la calle, me dirijo al Spanish bar, haciendo tiempo hasta las 15h, hora en la que me tengo que presentar en Sishu Bhavan, para el registro inicial de los cooperantes. Buscando algo que me quite el hambre... Hay que tener un cuidado extremo con lo que se come, por que cualquier cosa de lo que te ofrezcan en sitios dudosos (99 de cada 100), te puede destrozar el estómago y arruinarte unos días... hasta alguno de los que traía como recomendados (Blue Star Cafe), me dice una italiana que no lo pise, que varios de sus amigos están ahora maldiciéndolo, alguno en el hospital. Pero el Spanish Bar, parece que es de fiar, lo lleva un indio que habla fenomenal español. Según me cuentan, le enseño tanto a hablar como a cocinar una vasca que por aquí anduvo. Me tomo un gazpacho (muy bueno), un buen pincho de tortilla (6 sobre 10) y un jugo natural de naranja, y con eso tiro (80 rupias, 1,2 euros). No hay ni cerveza en la inmensa mayoría de los sitios, supongo que es cultural o religioso mas bien.

Paso un buen rato relajado, leyendo al aire libre, y mas tarde, decido encaminarme ya hacia
Sishu Bhavan, pero será ya otro "post"...

3 comentarios:

  1. Apasionante desde el minuto uno. Estoy expectante y nerviosa por saber que depara el destino en las siguientes horas...cuenta , cuenta..te recordamos mucho Pablo aunque a veces no te lo digamos.
    Suerte!!!!
    Leti

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  2. ja, ja. Kolkata 100%
    Mery

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